domingo, 13 de mayo de 2012

Siempre Sporting

"Enxamás caleyarás solu" - "Nunca caminarás solo"

Hay mucha gente, sobre todo del género femenino, que no entiende el amor al fútbol, no entienden que te pueda gustar ver a veinte tíos correr detrás de un balón para meter un gol y a dos intentar pararlos y que te guste como deporte, no para ver a los tíos en sí.

Para mí en cambio el deporte rey es una de mis grandes pasiones, me provoca algunas alegrías, bastantes penas y muchos, muchísimos, nervios. Y me produce todos estos sentimientos porque soy del SPORTING DE GIJÓN. Porque no ganamos títulos de liga; porque no jugamos la Europa League; porque somos unos eternos sufridores. Pero es mucho más que un sentimiento. Es una manera de vivir, el amor a unos colores que llevo dentro desde mi niñez.




Todo esto y mucho más se lo tengo que agradecer a mis tíos, Margarita y Pepe, que ya me hicieron socia a edad bien temprana y me empezaron a llevar a El Molinón con ellos cuando seguramente otras niñas estaban jugando con muñecas (que conste que yo también jugué con muñecas). Pero a mí me encantaba y me sigue encantando ese ambiente que sólo se respira cerca de la Playa de San Lorenzo, esos días de sol o nubes (o lluvia porque en Asturias...) viendo partidos desde La Tribunona. Y todos esas emociones que me brindaron y que siempre estarán en mi recuerdo.

Siempre Sporting de Gijón
Recuerdo perfectamente los viajes en autobús que hacía cuando ya eran más importante los estudios que otra cosa y tenía que ir a Gijón en Alsa (2 horas de viaje de aquella, por "La Carretera de la Costa" que muchos conoceréis) donde me esperaban mis tíos para ir a disfrutar de una buena comida antes de entrar a El Molinón. Porque de aquella aún teníamos la suerte de que todos los partidos se jugaban los domingos a las 5 de la tarde y no había que estar pendiente de los horarios que se les antojaran a los magnates de la televisión.

Esas salidas a Santander o Bilbao que hacíamos para ir a animar a nuestro equipo e intentar volver con una victoria, con los correspondientes tutes de coche que nos metíamos en el cuerpo.

Y todas las fotos en el campo que me hice con Manjarín, Abelardo, Juanele... con lo importante que era ese día para mí, que mi madre me peinaba cuidadosamente para ir impecable y yo pensaba que en ese partido les daría suerte al estar a su lado y ganaríamos.

Y las que me hice en Ribadesella con Lediakov y Cherichev. Y los debuts de Luis Enrique y Villa, jugadores que, además de ser mis ídolos, después tuvieron la suerte de ser enormes jugodores.
Y las despedidas más recientemente de Kike Mateo y "el mi Dieguín Castro". Incluso Sastre, el gran capitán, al que tanto critiqué.

Son tantos recuerdos...

Celebramos a lo grande
Pero lo que más me marcó es el estar en partidos claves y vivir momentos importantes. Y esos también los viví. Porque el Sporting, por suerte o por desgracia, a lo largo de su historia pasó por rachas buenas y otras no tan buenas.
Yo no viví (porque aún no había nacido) los momentos más gloriosos que siempre me cuenta mi tío cuando el Sporting quedó subcampeón de liga (con robos incluídos) con Quini, Ferrero y compañía. Tampoco recuerdo por edad los partidos de la UEFA que llegó a jugar y que ahora sueño algún día llegar a vivir.


Sin embargo, nunca olvidaré cuando en la temporada 94/95 tuvimos que jugar la PROMOCIÓN para evitar el descenso contra el Lleida. Después de haber empatado a dos en su campo, El Molinón estaba lleno como jamás lo había visto para conseguir el objetivo. Y allí estaba yo viéndolo y muriéndome de nervios. No sin sufrimiento (como siempre) ganamos 3-2. Ese tercer gol, de Pier Luigi, por quien tanto suspiré, y ver a la gente enloquecer...es algo que queda grabado.
Ese año evitamos el descenso, aunque tres años después bajásemos a segunda división. Y eso también lo viví. Fueron diez laaaaargos años en segunda en las que reconozco que, al coincidir con la "edad del pavo" y tener otros intereses, los últimos años dejé de ser socia, aunque siguiera acudiendo muchas veces gracias a mis tíos.

Con mi tío Pepe en el partido del ascenso

Pelayo coronado
Tal es así que allí estuve también en el ascenso. Otro día que nunca olvidaré, quizás el más especial a día de hoy. El Molinón como nunca, con un color rojiblanco increíble y olor a primera división. Corría el último partido de liga de la temporada 07/08 contra el Eibar y la posibilidad de jugar al año siguiente en primera división. Y se logró. El gran trabajo que Preciado había hecho y los goles de Bilic y Luis Morán hicieron que el estadio se viniera abajo literalmente. Recuerdo que con el pitido final mi tío y yo nos dimos un abrazo, a mí se me saltaban las lágrimas y no sabía ni cómo reaccionar. Gijón entero salió a la calle y Pelayo quedó coronado con la bufanda del Sporting. Asturias fue rojiblanca y yo tuve la suerte de poder vivirlo y disfrutarlo. Aún se me ponen los pelos de punta cada vez que escucho este AUDIO.

Al mes siguiente, como tanta otra gente, tocó hacer noche a las puertas de El Molinón para conseguir de nuevo el ansiado carnet de socia. Una noche en vela y dejarse los cuartos, pero por fín lo tenía: volvía a ser socia de MI Sporting.

Durante estos cuatro años he podido disfrutar de mi equipo en primera división, no sin sufrimiento. He visto a grandes equipos en El Molinón, como el Barca de Guardiola y Messi que un año antes me parecía imposible. He silbado a Mourinho y a Cristiano Ronaldo hasta quedarme sin aliento. He pisado la misma temporada el Camp Nou y el Bernabéu. He viajado a Bilbao, a Santander, a Coruña, a Valladolid, a Barcelona, a Madrid...para apoyar al equipo y vivir un ambiente que es difícil de explicar.

Acompañando al equipo en territorios hostiles

Y lo seguiré haciendo. En segunda división, pero lo seguiré haciendo. Seguiré yendo a El Molinón y seguiré viajando para apoyarles. Seguiré animando y seguiré sufriendo y disfrutando con ellos.

Porque estoy convencida de que si viví dos descensos y un ascenso, tendré la oportunidad de vivir el retorno a la mejor liga del mundo y recordar esa sensación indescriptible.

Porque tenemos un equipo de primera, un estadio de primera y una afición de primera.
Porque es lo que tiene el fútbol y el amor a unos colores y una ciudad.
Porque es lo que tiene llevarlo en la sangre.
En definitiva, es lo que tiene sentir y ser del Sporting de Gijón.

SIEMPRE SPORTING




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